
Fin de semana en Burgos con motivo del XXIII Gran Premio Nacional de Canto Coral
Hace unos días nos reuníamos en Burgos, coincidiendo con el XXIII Gran Premio Nacional de Canto Coral y XX Concurso Nacional de Corales Antonio José.
Dicho encuentro ha supuesto una ocasión especial para conocer mejor y valorar la pluralidad y diversidad que puede ofrecer la música coral en nuestro país: música góspel, descubrir nuevas composiciones, concurso de coros de muy alto nivel, coros mixtos y/o a voces iguales, escuchar nuevos repertorios …. En definitiva, una muestra referencial de la música y del mundo coral en España.
Y esto es lo que pretendemos desde AEDCORO:
No olvidemos que AEDCORO (Asociación Española de Directores de Coro) se fundó para poner en valor la música coral y la labor de los directores de coro. Además, fue constituida como un espacio de encuentro y comunicación desde el que dar voz a las inquietudes que podamos tener como gremio y, al mismo tiempo, hacer que la música coral tenga el reconocimiento que debería ante la sociedad y las instituciones.
Esto es lo que vivimos estos días en Burgos. Unas jornadas reconstituyentes, una especie de aliento, de aire fresco, con el objetivo de que la “soledad” del director tenga su momento de solidaridad y complicidad con el resto de colegas para intentar mejorar nuestro panorama coral.
El viernes empezamos, en el Monasterio de San Juan, con un interesante Taller de Góspel, dirigido por Estíbaliz Urkiza y sus coros “The Magic Gospel” de Burgos y “Joyful Gospel Choir” de Vitoria-Gasteiz. Posteriormente, en un espacio abarrotado de público, ofrecieron un concierto, acompañados de un conjunto instrumental.
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Una novedad importante de este año, muy bien recibida por los presentes, ha sido la organización de los talleres de lectura de repertorio. En esta ocasión fueron dirigidos por Sergi Bosch, Javier Corcuera, Guillermo A. Ares y Alicia Armendáriz. Seguro que esta actividad puede beneficiar a muchos directores y a sus coros, por la posibilidad y la disponibilidad de tener nuevos repertorios, de diferentes dificultades, y adaptables a cada agrupación coral.
En dos sesiones, de sábado y domingo, celebradas en la sala Polisón del Teatro Principal, tuvimos la oportunidad de leer una veintena de partituras, de lenguajes, temáticas y estilos diferentes, de los siguientes compositores: A. Elorriaga, C. Reda, J. Gavito, D. Andreo, C. Zumel, M. Castán, J. R. Gil-Tàrrega, L. Hermoso, X. García, B. Latini, J. Guerrero, E. Moya, J. P. Otero, R. Gil, J. Carmona, J. Antruejo, J. Cura y J. Centeno.
Y el colofón de este fin de semana, como “fiesta” de la música coral, fue la Gala-Concurso del XXIII Gran Premio Nacional de Canto Coral, celebrado en el Fórum Evolución -Auditorio Rafael Frühbeck de Burgos-.
Cuatro excelentes coros -ganadores de todos los concursos nacionales del año anterior que participan en este proyecto- se presentaron al concurso. Estos fueron: Coral Nubah de Granada, dirigido por Alberto Palacín; Actea Cor Femení de Barcelona, dirigido por Carles-Josep Comalada; Coro de Cámara ad Libitum de la Escola Coral Veus Juntes de Quart de Poblet (València), dirigido por Francesc Gamón y, finalmente, Coro de Voces Blancas del Conservatorio Profesional de Música de Tenerife, dirigido por Juan Ramón Vinagre Delgado.
El Coro de Cámara ad Libitum fue el ganador de este Gran Premio Nacional, con un programa difícil y con un muy buen sonido y equilibrio coral. A destacar, la mención especial que el jurado otorgó al Coro de Voces Blancas de Tenerife, que me sorprendió por la juventud y la calidad de sus voces. Todos los coros interpretaron “La Tarara”, obra obligada del concurso, del compositor burgalés Antonio José, con arreglo de Pedro María de la Iglesia.